Como árbol seco se desmorono
la ilusión colgada en cada día
tu presencia con un rostro ausente
me entorpece
y ahora creo que tu ausencia
es necesaria
me dolía extrañarte
porque crecía entre tu y yo
una muralla que no haría
posible el abrazo
te quise en mis domingos
y en mis sueños danzarines
aun aturdida con ese adiós
adornare mi vida
con un nuevo amor
y mis otoños serán como
todos los años
no descubriremos mas amaneceres
ni besaremos los cristales dolorosos
no quiero que mi vejez termine
en un abismo
con ráfagas de vientos de septiembre
me meceré junto a los trigos y amapolas
de un tiempo rasgado que ya se fue.
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