Sentada en la mesa a media tarde
tenderé el mantel al sol
donde recojere las tiernas hojas de menta
acá acude el olvido
prendido a mis ropajes
anhelo dormirme
sobre el mullido de las flores
el lucido sol danza
donde estará el tenue viento otoñal
una penosa calma quiere abrazarme
no sera que aveces vivo
como muerta
pero en este silencio zumbante
quiero llorar
los días me aletargan
y las viejas primaveras
se deslizan entre mis dedos
todo me sugiere un alejamiento
decidí dejar todo... también a ti
en este amargo otoño
sobre mis labios
margaritas purpuras.
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