Tengo un septiembre lleno de sueños
que se aferran al manojo
de una palabras dichas
como literatura arrolladora
me cuelgo de unos versos
y de unos nombres pronunciados
el tiempo se abandona
en los muebles
y en los parques mohosos
llueve... afuera una luz mortecina
anuncia la soledad
las ausencias en mi cama
se trizan como cristales muertos
se oye acá el silencio... lo retengo
no se definir lo que siento
solo se que el reloj no se detiene
desnuda de todo me quedo
quieta en la tarde muerta.
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