
Sobre el cielo crepuscular
de un azul violeta
los tiuques gritan
anunciando el agua
lluvia de abril olorosa
a viñas cuajadas de racimos
barriles y tinajas
esperan majestuosas
las viejas acacias de otoño
se adormecen
sobre los sauces llorones
hongos blanquecinos
intentan aferrarse silenciosamente
y sobre la soledad se oye
un eterno estremecimiento
de la lejanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario